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sábado, 24 de mayo de 2014

Bendita bipolaridad

Tras una noche casi sin pegar ojo, este insomnio me permitió ver una película que, sinceramente y desde mi punto de vista, es una (....) rayada mental. Se trata de "El club de la lucha", seguro que todos la habéis visto o habéis oído hablar de ella. Sí, es un peliculón, pero quizá haga falta verla más de una vez para que todo te quede claro. No os quiero hacer spoiler, ni nada por el estilo, pero hay un personaje en la película que atrajo mi atención desde su primera aparición, por cierto nada convencional, hasta el final de la película. Se trata de Tyler Durden, el personaje que interpreta Brad Pitt. Y es que Tyler Durden es un personaje que quizá todos llevamos dentro al fin y al cabo. Todos tenemos dentro una parte primitiva, una parte que nos dice que la vida simplemente no tiene sentido y que quizá no le caemos bien a Dios. Es una parte que nos dice que debemos estar en contra de este mundo consumista, esta sociedad de consumismo que no hace más que llevarnos a la negación de la libertad individual. Una parte que nos dice que la autoestima es para los débiles, y que es la autodestrucción lo que da verdadera importancia a nuestra vida. 
Lo que pasa con estos Tyler Durden que tenemos en nuestro interior es cosa nuestra: Podemos hacer dos cosas, o aprisionarlos ahí dentro, sin dejarlo salir al exterior ni que de muestras de vida; o bien podemos dejarlo aflorar, dejar que ese Tyler Durden se adueñe de nuestra personalidad, y acabar siendo nosotros como él, o acabar siendo él. 
Quizá, para llevar una vida "equilibrada" debamos mantener ese equilibrio entre nuestra templanza y nuestro conocimiento, y esta actitud "durdeniana" que nos lleva a la autodestrucción y el rechazo de todo sentido de la vida. Y quizá, si todos acabamos comportándonos como esta figura literaria, este personaje ficticio con algo de realidad, acabamos conviviendo en un mundo que parta desde el punto 0, un mundo que abandone las ideas del consumismo y vuelva a su esenciaEn este mundo del que hablo, al igual que habla Tyler Durden en la película, "se cazarán alces en los bosques húmedos de los cañones que rodearán las ruinas del "Rockefeller Center". Se llevarán ropas de cuero que durarán toda la vida. Se trepará por lianas tan gruesas como mi muñeca que envolverán la torre "Sears". Y cuando se mire hacia abajo, se verán pequeñas figuras humanas machacando maíz y secando tiras de carne de venado en el asfalto de alguna gigantesca autopista abandonada."
No sé cómo seréis cada uno de vosotros, pero sé cómo soy yo, y todos vosotros deberíais saberlo igual. Cuando aceptéis quién sois en realidad, os encontraréis con la realidad de vuestra vida. Hasta entonces.

Rooftops' inhabitant


viernes, 16 de mayo de 2014

Si vis pacem, para bellum

Para que quede claro, lo primero decir que yo ni por asomo defiendo la violencia como el único medio para solucionar los problemas, pero si es cierto que siempre tienes que estar preparado. Si vis pacem, para bellum: Si quieres la paz, prepárate para la guerra. Ya lo dijo Julio César. Y puede que la situación haya cambiado mucho desde entonces hasta ahora, o puede que no. Puede que todavía este sea el pensamiento que guía a las personas, y por eso se den situaciones de guerra sin sentido que se dan en la actualidad. Quizá ese sea nuestro "pan y circo" particular. Pero estas acciones no pueden quedar impunes. Todos los días se producen injusticias, pero parece que las noticias y los medios de comunicación no hacen eco de ellas. Si no nos interesa que algo salga a la luz, no lo hacemos público, o aunque sea un hecho público, lo modificamos de tal manera que parezca algo favorable a nosotros. Así es como piensa la gente que dirige no solo este país, si no el mundo entero. Estamos a merced de un conjunto de cínicos mandatarios con ansias de poder que harán todo lo posible para mantener su puesto y su salario, aunque eso suponga. Y como si su salario no fuese suficiente, siempre quieren más y más, y no les importa como conseguirlo. No sé vosotros, pero a mi me da vergüenza que ese tipo de gente sea la que decide por mí, y no distingo entre bandos ni colores, hasta ahora, todos han sido perjudiciales para la sociedad, no solo en España, si no en todo el mundo. 
Esto es un llamamiento para todos aquellos que piensan como yo. Es el momento de actuar, no podemos seguir dejando que una panda de corruptos y de sinvergüenzas nos guíe hacia el precipicio, cuando los únicos que tienen paracaídas son ellos. Y esto ya ha empezado, todas las manifestaciones, la gente sale a la calle, el cambio es un grito acallado por la opresión hacia el pueblo. Si de verdad queremos la paz en este mundo, y queremos que todos tengamos los mismo derechos y deberes, ser iguales ante la ley, tenemos que prepararnos para la guerra. Si vis pacem, para bellum. La guerra ya ha empezado, y no tiene por qué llevarse acabo en un campo de batalla. Reaccionemos. El cambio va a llegar, pero no solo. La gente tiene que juntarse. Juntos, y solamente juntos, conseguiremos aquello que queremos. Preparémonos. Hasta entonces.

Rooftops' inhabitant


lunes, 12 de mayo de 2014

Infinita indiferencia

Infinita indiferencia la que siento ahora mismo. Infinita indeferencia hacia todo lo que no tiene que ver conmigo. Soy yo contra el mundo. Ya no me pierdo entre cosas inútiles, como mucho me pierdo entre mis sábanas con la cabeza en blanco. No necesito piedad ni compasión, no necesito nada salvo libertad, que ya del resto me encargo yo. Que ya no soy como antes, un poeta de tejado con el corazón en la mano y el poema en la otra. Que ahora vivo para mí, que no necesito lo que antes necesitaba. Sigo siendo un poeta, pero ya no pertenezco a ningún tejado ajeno, sino al mío, desde el que veo la vida desde mi propio punto de vista. Que ya no necesito inspiraciones que vengan de fuera, sólo una motivación que me ponga en frente del ordenador y me haga escribir esto que escribo. El crujir de mis dedos y el ruido del teclado me acompañan ahora. Más tarde, el sueño invadirá mi persona y más tarde, por la mañana, el cansancio. Mientras tanto, aquí sigo, con mi voz ronca, pero mi prosa intacta.
Agradecer enormemente a Miguel Gané y a Loreto Sesma por motivarme para volver a escribir de nuevo. Gracias. 

Rooftops' inhabitant